Álex Palop protagonista del partido, consiguió 28 puntos con tres ensayos, 3 golpes de castigo y 2 transformaciones
Regresaba este sábado el rugby a la Ciudad Deportiva «Jorge Martínez Aspar». después de que el calendario liguero y la retirada de la competición del CP Les Abelles «C», hayan llevado al RC Alzira a estar un mes sin competir.
Recibíamos nada menos que al Tavernes que está haciendo una gran temporada y ocupan la segunda plaza por detrás del San Roque. Ya en el partido de ida nos habían ganado 43 a 26 en un partido más igualado de lo que indicaba el marcador.
Por lo visto en el partido, parece que después de haber jugado dos tercios de la liga, por fin el RC Alzira se ha encontrado a sí mismo. Sus dos últimos rivales Dénia hace un mes y Tavernes este sábado, han podido comprobar que cuando los alzireños se ponen el mono de trabajo, resultan imparables. Se esperaba al Tavernes con la incertidumbre de saber qué cara iba a mostrar nuestro equipo, si la irregular que había venido mostrando esta temporada o la de la última victoria ante el Dénia, donde ya pudo verse una mejora sustancial en su juego.
Lo cierto es que el partido no pudo empezar mejor para los de La Ribera, ya en el minuto tres, a la salida de una melé perfecta, Ximo lanzó un pase a Álex Palop por el lado cerrado y este solo tuvo que desbordar con potencia y velocidad a su contrario para conseguir el primer ensayo. Él mismo lo transformaría (7-0). El Alzira continuó dominando, sobre todo con su potente delantera que sistemáticamente iba desmoronando a su rival gracias a una majestuosa «touche» y a una «melé» que logró jugar de tú a tú a su rival, considerada la más potente de la categoría. Los nuestros alternaban su juego, a veces de delantera y otras con sus «tres cuartos» que en esta ocasión estuvieron a la altura. Así que, los ensayos fueron cayendo de nuestro bando, en el minuto veintiuno, el segundo, obra de Darío Ferrer (12-0), en el veinticinco recortaba distancias el Tavernes (12-5), en el treinta y dos, de nuevo ensayaba el Alzira por medio de Juan Calabró (17-5), en el treinta y cinco, repetía Álex Palop (22-5) que cinco minutos después transformaba un golpe de castigo (25-5) con el que se llegaba al descanso.
En la segunda parte, el Alzira no relajó la presión ofensiva pero tuvo más dificultades en encontrar la zona de marca contraria debido a que el juego empezó a embarullarse, teniendo que sacar el colegiado cuatro tarjetas amarillas.
Entre tanto, Palop transformaba dos golpes de castigo, minutos sesenta y tres y sesenta y ocho (31-5) y a continuación el Tavernes conseguía su segundo ensayo (31-10). Cerraría el marcador Álex Palop que al conseguir su tercer ensayo y la correspondiente transformación (38-10) se erigía en el protagonista del partido, al lograr el solito veintiocho de los treinta y ocho puntos alzireños, fruto claro está de la solidaridad de sus compañeros de equipo que rozaron la perfección en todas las facetas del juego, siguiendo casi a rajatabla las consignas técnicas.