Después de dos temporadas sin verse las caras, el RC Alzira y el Cullera, ofrecieron un entretenido espectáculo
Este sábado 9 de noviembre, regresaba el rugby al la Ciudad Deportiva «Jorge Martínez Aspar». Desde que finalizara la pasada temporada el RC Alzira no había disputado ningún encuentro oficial en su terreno de juego, y lo hacía ahora en partido correspondiente a la 3ª jornada de liga, ya que en las dos primeras, jugó de visitante.
Además, el estreno liguero en casa, se producía contra un viejo rival comarcal, el Cullera RC, «derby» que no se producía desde la temporada 2010/11. En aquella ocasión, el Alzira fue netamente superior, venciendo en su visita al «Juan Palomares» 0 a 34, mientras que en casa, se imponía por 44 a 0. Dos años más tarde, el partido era una incógnita, puesto que ambos conjuntos han renovado ampliamente sus plantillas.
El capitán del Alzira Darío Ferrer, volvía a la competición después de haber cumplido su sanción por los incidentes del partido disputado en Tavernes la pasada temporada.
Después de dos temporadas sin verse las caras, el RC Alzira y el Cullera, ofrecieron un entretenido espectáculo a los asistentes, en un duelo que pudo ganar cualquiera de los dos, con alternancias en el marcador y emoción hasta el final.
Cierto es y sin que sirva de excusa, que el Alzira presentaba hasta seis bajas importantes; a la ya sabida de David Ferrer que sigue sin recuperarse de su lesión de hombro, se añadieron esta semana por diversos motivos, las de Antoni Tolmos, Iñaki Alonso, Juan Calabró, Kike Boils y Nando Bausá. Pero, para ser justos, habría que culpar también al rival de hoy, ya que se pudo ver a un Cullera RC en franca mejoría respecto de temporadas anteriores, y también con gente joven en sus filas.
El Alzira entró con determinación al partido, mandando desde el principio, con ritmo y calidad en su juego y producto de ello, en un contraataque del «ala» Javier Gómez, este encuentra el relevo de José Vicent «Xulet», quien prolonga con un acrobático pase de «chistera» al otro «ala» Dani Dasí que se marcha por velocidad directo al ensayo. Se encargó de transformar a palos Álex Palop (7-0). Corría el minuto diez y todo hacía presagiar una cómoda victoria local.
Unos minutos más tarde, el Alzira perdía por lesión a un jugador fundamental en el ataque, el neozelandés Daniel Grindrod, que fue sustituido por el nuevo fichaje Carlos Camacho; el de Almussafes, hizo un gran partido, tanto en ataque como en defensa. No obstante, el equipo perdió la iniciativa debido a una delantera poco combativa que a pesar de que dominaba en las «melés», perdía balones al «talonaje», perdía sus «touches» por mala organización, y sobre todo, perdía la batalla de las «melés abiertas» por falta de combatividad y por cometer excesivas faltas que a la postre, se convirtieron en «golpes de castigo» que dieron vida a los visitantes. Nada menos que tres «golpes» que el Cullera logró transformar, que sumado a un merecido ensayo, dejaban el marcador con un 7 a 14 para los visitantes al descanso.
Tuvimos suerte en la reanudación porque en el minuto uno, nuestro «zaguero» Pablo Pepiol se marcha de todos con su eléctrica velocidad y consigue un ensayo bajo palos. De nuevo transforma sin problemas Álex Palop para empatar el partido 14 a 14.
Pero, las cosas no iban a ser fáciles para el Alzira porque a los diez minutos, el bravo capitán alzireño Darío Ferrer hizo un placaje que el colegiado consideró al límite de la peligrosidad y le mostró tarjeta amarilla que le supuso una expulsión temporal de diez minutos. Diez minutos sin «medio melé» y sin capitán.
Las cosas no pintaban bien para el Alzira, pero teniendo un «zaguero» y dos «alas» tan rápidos, era imperativo que la línea de «tres cuartos » local hiciera llegar balones al fondo del ataque. Cuando se logró, otra vez Pablo Pepiol escapó por velocidad de sus rivales para lograr el segundo ensayo en su cuenta particular que transformaría otra vez, Palop, 21-14 y a continuación, recuperación del capitán después de los diez minutos de sanción.
Las aguas volvían a su cauce, pero aun así, los últimos diez minutos, se hicieron eternos, a pesar de la buena presión defensiva local, los visitantes apretaban y lograron acortar distancias en el marcador al transformar un golpe de castigo, 21-17, estaban a un ensayo de lograr la victoria.
El angustioso final se alivió al transformar Álex Palop un golpe de castigo que dejo el resultado final de 24-17. Por fin, el colegiado pitó el final de un «derby» que bien pudo decantarse del lado visitante.
Esperemos que el susto sirva para hacer reflexionar al equipo, porque la próxima jornada hay que desplazarse a Gandía para enfrentarse a La Safor en un encuentro que se antoja similar al de hoy, dentro de una liga en la que no va a haber rival pequeño para el equipo de La Ribera.
RC Alzira: José Carrasquer, Javier Vicent, Manuel Becerra, Vicente Camarena, Isma Fayos, Mario Andrés, José Vicent, Ximo Fraile, Darío Ferrer (cap.), Adriá Alonso, Javier Gómez, Daniel Grindrod (Camacho), Álex Palpo, Dani Dasí y Pablo Pepiol. En la segunda parte salieron, Pau Gea, Carlos Selma, Ángel Serón, Abel y Erick.