Como era de esperar, el partido respondió a las expectativas propias de un derby
Derby comarcal, a priori un tanto desigual puesto que el Alzira lidera la clasificación y el equipo cullerense legaba como colista, de todas formas, los alzireños no podían descuidarse porque los partidos ante el Cullera siempre son difíciles y complicados, por aquello de la rivalidad, basta recordar que en el partido de ida los alzireños se impusieron por un apretado y escueto 3 a 5 y que tuvieron que sufrir hasta el final para defender el resultado.
Como era de esperar, el partido respondió a las expectativas propias de un derby, el juego fue en todo momento trabado y falto de continuidad, ambos equipos jugaron pésimamente y si a ello añadimos el desafortunado arbitraje que sufrieron los contendientes, resulta que los entusiastas aficionados que asistieron al derby, además de sufrir las inclemencias del tiempo tuvieron que aguantar un soporífero partido.
Ambos equipos cometieron muchos errores y el juego transcurrió de «melé» en «melé», lo cual no favorecía a los de casa, y de golpe de castigo en golpe de castigo, para colmo la linea de tres cuartos del Alzira fue incapaz de hilvanar una sola jugada que acabara en ensayo, de hecho los 12 tantos del equipo local se consiguieron gracias a cuatro golpes de castigo que transformó al patear de forma magistral el juvenil de la cantera local Pablo Medina. Fue la única satisfacción de la tarde.
Por contra el único ensayo visitante se consiguió merced a una intercepción debida a la lentitud de los jugadores locales en sacar el balón. Al final victoria muy trabajada que da continuidad a la inbatibilidad del Alzira que no pierde desde la jornada inicial, aún así los alzireños tendrán que seguir trabajando con ahínco y humildad porque en los últimos encuentros están sufriendo más de la cuenta.
Finalmente cabe destacar la gran corrección entre ambos conjuntos a pesar de la tensión propia de un derby.