Convocado con la Selección Española a 7, sueña con participar en los Juegos Olímpicos de París en 2024
El pasado viernes 1 noviembre, el diario Las Provincias en un artículo de Manuel García que titulaba «Quique Bolinches, el león alcireño que ya ruge», se hacía eco de la trayectoria y evolución de Quique Boliches, artículo que reproducimos aquí y del cual os dejamos el enlace para que podáis ver el original: https://www.lasprovincias.es/ribera-costera/leon-alcireno-ruge-20191101010753-ntvo.html
Quique Bolinches, de pie tercero por la izquierda. Foto: Las Provincias
MANUEL GARCÍA – ALZIRA. Viernes, 1 noviembre 2019
Hay pocas palabras que sirvan para definir mejor la trayectoria deportiva del alcireño Quique Bolinches: fulgurante. Y es que hace aproximadamente tres años, con 15, jugaba al fútbol, como muchos otros jóvenes de su edad, «pero no disfrutaba jugando. Sentía más vergüenza que otra cosa en los partidos». Un cambio de colegio y la sugerencia de su amigo Gorka Curiel le llevó a cambiar el balón redondo por el ovalado. Y lo que comenzó siendo una afición ha acabado, apenas tres años después, en una convocatoria para jugar con la selección absoluta española de rugby a 7 gracias a su esfuerzo y al apoyo de personas como la leyenda alcireña del rugby Tomás Pardo.
Tras jugar en el Inter Alzira y ser convocado por la Selección Valenciana en varias ocasiones, su calidad no ha pasado desapercibida para los técnicos de la Selección Española, hace pocas semanas participó con «los leones», como se conoce popularmente a los jugadores del combinado nacional, en un torneo en Kenia, toda una experiencia que incluyó partidos disputados en auténticos lodazales y rivales gigantescos.
Allí ha podido compartir vestuario con jugadores más experimentados que han tenido en todo momento un trato muy atento hacia los jóvenes, contándoles sus experiencias y explicándoles las vicisitudes de un deporte cuyos practicantes siguen peleando para adquirir un mejor estatus y poder vivir de él en un futuro.
Una liga de rugby a 7 en España aún se ve como un sueño, «ojalá», apunta Bolinches, a la vez que sueña despierto y se imagina desfilando en la jornada inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, «Es una posibilidad real por la que vamos a luchar», declara el joven jugador; actualmente matriculado en un módulo de grado medio de actividades físico-deportivas en el medio natural, consciente de que su deporte, aquel que tanto quiere y que encontró «tarde» puede que no se convierta en el modo de ganarse el pan en el futuro. Pero por su esfuerzo no será: tres horas de entrenamiento diario que comienzan a las ocho de la mañana en la pista de atletismo, que continúan en el gimnasio y que concluyen, ya por la tarde, con el balón en las manos.
El jugador alcireño milita en el segundo equipo del Alcobendas, reside en el colegio mayor Casa do Brasil, donde es cuidado por la Federación Española de Rugby, quien le proporciona lo que necesita para tratar de que sus sueños de rugby se hagan realidad.